11/3/15

Sexual Healing

"Hay que ver lo rápido que se queda embarazada una novia, y lo que cuesta dejar embarazada a tu mujer"
- Andreu Buenafuente

Así es amigos. Cuando en tus planes no está aumentar la familia, lo tienes claro: protección en cada encuentro, sin excepciones. No vaya a ser que se escape algún soldadito despistado y ¡zas! Así que cuando te decides a empezar la búsqueda, sabes muy bien lo que tienes que hacer: adiós protección, ¡hola, bombo! En la mayoría de los casos, nada más lejos de la realidad. 

Tras el primer mes de prácticas sin resultados, empiezas a cuestionarte si no estarás haciendo algo mal. Es entonces cuando comienzas tu Máster en Concepción por la Universidad de Guguel, y descubres lo que tal vez te enseñaron en el cole pero que en ese momento te importaba cero: que el óvulo sólo sobrevive de 12 a 24 horas, y los espermatozoides, poco más. Así que para lograr el éxito sólo puedes hacer dos cosas: saber cuándo va a aparecer ese óvulo, y... ¡tenderle una emboscada!

Primer escollo con el que te encuentras: conocer el momento de la ovulación. Lo más común es oir que se ovula a mitad de ciclo. Pero en varios sitios he leído que se ovula 14 días antes del siguiente ciclo, lo que equivale a mitad de ciclo para el not-so-standard de 28 días. Como lo habitual es que tus ciclos varíen de un mes a otro, sólo puedes hacer una estimación de en qué margen de días es posible que la ovulación se produzca. Vamos, que es como un repartidor: sabes más o menos cuándo llegará, pero nunca tienes la certeza... y al final siempre te pilla fuera de casa.

En otra ocasión me detendré más sobre esa búsqueda del óvulo perdido, hoy me siento noventera y quiero entonar aquello del let's talk about sex, baby...

Y es que, cuando comienzas a urdir tu plan para que ovulito y espermatozoide se fusionen a lo Son Goku y Vegeta, te das cuenta de que el gameto femenino es muy caprichoso, y en lugar de visitarte en fin de semana, como las personas de bien, cuando estás más descansado, jovial y con ganas de fiesta, decide pasarse, qué te digo yo, ¡un martes!, después de un largo día en el trabajo, que se completa con la clase de pilates, preparar la comida del día siguiente, recoger un poco la casa o al pelusón del pasillo tendrás que escolarizarlo, cenar, y ya si puedes, descansar 5 minutos. Hay que tener mucho empuje para, después de todo eso, sacar ganas para achucharse un poco.

Es en estos momentos cuando hay que recurrir a la artillería pesada. Señoras, vistan su lencería más osada. Caballeros, tonifiquen sus hercúleos pectorales. Preparen una lista en Spotify. Destierren de su cabeza los "ahora no puedo", mejor no piensen en nada y déjense llevar. El sexo es como las pipas, es empezar a comer y no poder parar. Y sobre todo, no olviden tomárselo con humor. Estoy convencida de que darle al play y que sonara Sexual Healing de Marvin Gaye fue la chispa definitiva para nuestra última sesión de amor.

Get up, Get up, Get up, Get up, let's make love tonight...



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